11 »Siempre nos acordamos de ustedes. Por eso, en todas nuestras fiestas religiosas, cuando le presentamos ofrendas a Dios, oramos por ustedes. Consideramos que es lo menos que podemos hacer por los amigos.
12 Además, nos alegra mucho saber de su prosperidad y fama.
13 »Nosotros, en cambio, hemos pasado por muchas dificultades y guerras; hemos sufrido el ataque de los países vecinos.
14 Pero no hemos querido molestar a nadie, ni a ustedes ni a ninguno de nuestros amigos y aliados,
15 ya que hemos contado con la ayuda de Dios. ¡Nuestro Dios nos ha defendido de nuestros enemigos, y los ha derrotado!
16 »A Numenio hijo de Antíoco, y a Antípatro hijo de Jasón, los hemos enviado a Roma como representantes nuestros. Ellos tienen el encargo de firmar el documento del tratado en el que renovamos nuestra amistad con los romanos.
17 También les hemos pedido que fueran a saludarlos a ustedes, a entregarles esta carta, y a renovar nuestros lazos de buena amistad.