24 Jonatán Macabeo oyó decir que los jefes del ejército del rey Demetrio habían vuelto para hacerle la guerra, y que traían un ejército más numeroso que el anterior.
25 Entonces Jonatán salió de Jerusalén para atacarlos en la región de Hamat, y no los dejó poner pie en territorio israelita.
26 También envió espías al campamento enemigo. Los espías regresaron y le informaron que los enemigos pensaban atacar por la noche.
27 En cuanto oscureció, Jonatán ordenó a sus soldados que no se acostaran, sino que se mantuvieran listos para la batalla. Además, puso vigilantes alrededor de todo el campamento.
28 Cuando los enemigos vieron que Jonatán y su ejército estaban preparados para la batalla, sintieron mucho miedo, encendieron fogatas en todo el campamento y escaparon.
29 Como las fogatas ardieron durante toda la noche, Jonatán y su ejército pensaban que los enemigos estaban en el campamento. Sólo cuando amaneció vieron que habían huido.
30 Entonces, Jonatán y sus soldados fueron tras ellos, pero no los pudieron alcanzar, pues ya habían cruzado el río Eléutero.