48 Pero tan pronto como entró Jonatán en Tolemaida, la gente de esa ciudad cerró las puertas y lo apresó. Luego mataron a todos los que iban con él, pero a Jonatán lo dejaron con vida.
49 Después Trifón envió a sus tropas y jinetes a Galilea, a la llanura grande, para matar a los soldados de Jonatán.
50 Pero como la gente de Jonatán ya sabía lo que había pasado con Jonatán y sus compañeros, se animaron unos a otros, y se dispusieron a presentar batalla.
51 Cuando sus perseguidores vieron que los hombres de Jonatán estaban dispuestos a pelear para salvar su vida, prefirieron volverse.
52 De esa manera, los soldados de Jonatán llegaron a Judea sanos y salvos. Allí, llenos de miedo, lloraron por Jonatán y sus compañeros. En todo el país de Israel, la gente expresó su dolor por lo sucedido.
53 Entonces todas las naciones vecinas empezaron a buscar la manera de acabar con los israelitas, y decían: «¡Los israelitas se han quedado sin jefe! ¡Aprovechemos este momento para atacarlos y acabar con todos ellos!»