16 Envíanos a dos hijos de Jonatán, y tres mil trescientos kilos de plata. Nosotros los mantendremos presos para asegurarnos de que ustedes no volverán a desobedecer nuestras órdenes. Tan pronto recibamos a los muchachos y el dinero, dejaremos libre a Jonatán».
17-18 Simón sabía que eso era una trampa, pero no quería que lo culparan por la muerte de su hermano. Entonces, ordenó que trajeran a los dos hijos de Jonatán y el dinero,
19 y se los envió a Trifón. Sin embargo, Trifón no cumplió su palabra, y mantuvo preso a Jonatán.
20 Poco después, Trifón marchó hacia Judea con el propósito de invadir el país y destruirlo. Pero Simón y su ejército le impedían el paso por los lugares donde quería pasar. Por eso Trifón y su ejército se vieron obligados a dar una enorme vuelta por el camino de Adoraim.
21 Los soldados de Trifón que estaban en la ciudad de Jerusalén, le solicitaron a su general que les hiciera llegar alimentos.
22 Trifón alistó a sus jinetes para ir a Jerusalén, pero esa noche cayó tanta nieve que no pudieron llegar. Por eso decidió desviarse hacia la región de Galaad.
23 Al llegar al pueblo de Bascama, Trifón mató a Jonatán y lo enterró allí mismo.