34 Lo único que hicimos fue aprovechar el momento favorable para recuperarlos.
35 Los habitantes del puerto de Jope y de la ciudad de Guézer siempre nos estaban haciendo daño, y por eso los conquistamos. Pero ya que usted reclama esos lugares, le daremos por ellos tres mil trescientos kilos de plata».
36 Aunque Atenobio estaba muy enojado, no dijo nada, pero fue de inmediato a contarle al rey Antíoco lo que había dicho Simón. También le informó acerca de las riquezas y lujos que había visto. Entonces el rey se enojó muchísimo.
37 Mientras tanto, Trifón había huido en un barco desde Dor a la ciudad de Ortosia.
38 Entonces, el rey Antíoco nombró a Cendebeo general en jefe de la región de la costa, y le envió muchos soldados y jinetes.
39 El rey le ordenó a Cendebeo que acampara frente a Judea y que atacara al pueblo judío. También le dijo que reconstruyera Cedrón y que hiciera más fuertes sus portones. Después de organizar todo esto, el rey Antíoco salió a perseguir a Trifón.
40 El general Cendebeo llegó a Jabnia y comenzó a causar serios daños al pueblo judío. Invadió Judea, tomó algunos prisioneros y mató a muchos.