48 Los de otras naciones acostumbran pedir a sus ídolos que los guíen, pero los israelitas leyeron el libro de la ley, para que Dios les enseñara lo que debían hacer.
49 También trajeron la ropa de los sacerdotes, los primeros frutos de la cosecha y la décima parte de sus ganancias, y llamaron a los nazireos que ya habían cumplido los días de su consagración a Dios.
50 Luego dijeron a Dios en oración:«Dios nuestro,¿qué vamos a hacer con esta gente?¿A dónde los llevaremospara que presenten sus ofrendas?
51 ¡Tus enemigos no han respetado tu templo,y hasta lo han pisoteado!¡Tus sacerdotes están tristesy han sido humillados!
52 ¡Tú sabes que nuestros enemigosquieren quitarnos la vida!
53 ¡Sin tu ayuda no podremos enfrentarlos!»
54 Al terminar esta oración, tocaron las trompetas y todos gritaron con mucha fuerza.