4 Como ya Gorgias había salido del campamento con los soldados que había elegido, Judas aprovechó que el ejército enemigo estaba dividido.
5 Así cuando Gorgias y sus soldados llegaron al campamento donde habían estado los israelitas, no los encontraron, y pensaron que habían huido hacia las montañas. Entonces fueron a buscarlos.
6 Cuando amaneció, Judas se presentó en el valle con tres mil hombres mal armados.
7 En cambio, el ejército griego estaba bien armado, era poderoso y tenía mucha experiencia.
8 Por eso Judas trató de darles ánimo a sus hombres con estas palabras:«¡No se asusten al ver a tanta gente! ¡No tengan miedo al ver a esos malvados que vienen a atacarnos!
9 ¡Recuerden cómo se salvaron nuestros antepasados en el Mar de los Juncos, cuando el rey de Egipto y su ejército los perseguían!
10 ¡No tengan miedo! Pidamos a nuestro Dios que se acuerde de la alianza que hizo con nuestros antepasados, y que venga a ayudarnos en este momento. Pidámosle que acabe con ese ejército que quiere destruirnos.