53 Fueron al templo a presentar una ofrenda, como lo manda la ley de Dios. Esta ofrenda la presentaron en el nuevo altar que habían construido.
54 En esa fecha se recordaba el día en que los enemigos habían presentado ofrendas a sus dioses sobre el altar del templo. Por eso celebraron con gran alegría la consagración del nuevo altar. Entonaron cantos acompañados de instrumentos de cuerdas y platillos.
55 Toda la gente se arrodilló en actitud de adoración a Dios. Así dieron gracias a Dios por haberles permitido celebrar la consagración del altar.
56 La fiesta duró ocho días. Con mucha alegría presentaron todo tipo de ofrendas a Dios.
57 Adornaron la fachada del templo con escudos y coronas de oro. Arreglaron las entradas y los cuartos, y les pusieron puertas.
58 Todos estaban muy alegres al verse libres de la humillación sufrida a manos de sus enemigos.
59 Judas Macabeo, sus hermanos y todos los israelitas estuvieron de acuerdo en que, de ahí en adelante, esa fiesta debía celebrarse cada año, durante ocho días seguidos. La fiesta debía celebrarse con mucha alegría, a partir del día veinticinco del mes de Quislev.