6 Cuando amaneció, Judas se presentó en el valle con tres mil hombres mal armados.
7 En cambio, el ejército griego estaba bien armado, era poderoso y tenía mucha experiencia.
8 Por eso Judas trató de darles ánimo a sus hombres con estas palabras:«¡No se asusten al ver a tanta gente! ¡No tengan miedo al ver a esos malvados que vienen a atacarnos!
9 ¡Recuerden cómo se salvaron nuestros antepasados en el Mar de los Juncos, cuando el rey de Egipto y su ejército los perseguían!
10 ¡No tengan miedo! Pidamos a nuestro Dios que se acuerde de la alianza que hizo con nuestros antepasados, y que venga a ayudarnos en este momento. Pidámosle que acabe con ese ejército que quiere destruirnos.
11 Así todas las naciones reconocerán que el pueblo de Israel cuenta con un Dios que lo libra y lo salva».
12 Cuando los soldados del ejército enemigo vieron que los israelitas iban a atacarlos,