23 Feliz por su triunfo, Simón sacó a todos los judíos que vivían en la región de Galilea y Arbata. Se llevó al país de Judea a todos los hombres, mujeres y niños, junto con sus pertenencias.
24 Mientras tanto, Judas Macabeo y su hermano Jonatán cruzaron el río Jordán y caminaron por el desierto durante tres días.
25 Llegaron a un lugar en donde se encontraba un grupo de hombres de la región de Nabatea. Éstos trataron muy bien a Judas y a su ejército, y les contaron lo que les había pasado a los judíos que vivían en Galaad.
26 Además, les dijeron que muchos judíos se habían escondido en Bosrá, Bosor, Alema, Caspín, Maqued y Carnáin. Todas esas ciudades eran grandes y estaban protegidas por murallas.
27 También les contaron que en otras ciudades de Galaad había judíos escondidos, y que los enemigos se habían puesto de acuerdo para atacarlos al día siguiente. Su intención era matar, en un solo día, a todos los israelitas que estaban encerrados en esas ciudades.
28 Cuando Judas y su ejército oyeron esto, cambiaron de dirección y se dirigieron a Bosrá, a través del desierto. Al llegar a la ciudad, Judas y sus soldados mataron a todos los hombres de la ciudad, y se apoderaron de todo lo que allí había. Después quemaron la ciudad.
29 Por la noche, Judas y su ejército marcharon hacia la ciudad de Datema, la cual estaba protegida por murallas.