27 También les contaron que en otras ciudades de Galaad había judíos escondidos, y que los enemigos se habían puesto de acuerdo para atacarlos al día siguiente. Su intención era matar, en un solo día, a todos los israelitas que estaban encerrados en esas ciudades.
28 Cuando Judas y su ejército oyeron esto, cambiaron de dirección y se dirigieron a Bosrá, a través del desierto. Al llegar a la ciudad, Judas y sus soldados mataron a todos los hombres de la ciudad, y se apoderaron de todo lo que allí había. Después quemaron la ciudad.
29 Por la noche, Judas y su ejército marcharon hacia la ciudad de Datema, la cual estaba protegida por murallas.
30 Cuando amaneció, vieron que los enemigos estaban preparados para atacar la ciudad con escaleras y máquinas de guerra.
31 Los gritos de guerra y las trompetas se oían desde muy lejos. Judas comprendió que la batalla había empezado,
32 y ordenó a sus soldados: «¡Peleen hoy por nuestros compatriotas!»
33 Judas formó tres grupos de soldados, para atacar al enemigo por la espalda. Luego tocaron las trompetas y oraron para pedir la ayuda de Dios.