40 Cuando Judas y sus soldados se acercaban al río, Timoteo dijo a los comandantes de su ejército: «Si Judas cruza el río y nos ataca, no podremos enfrentarnos contra él, pues nos derrotará.
41 Pero si le da miedo y se queda al otro lado, nosotros cruzaremos el río, lo atacaremos y lo venceremos».
42 Cuando llegaron al río, Judas ordenó a los oficiales de su ejército que no permitieran que los soldados descansaran a orillas del río, sino que los hicieran pasar al otro lado para pelear.
43 Así Judas y su ejército cruzaron el río antes que sus enemigos, y los derrotaron. Los enemigos dejaron tiradas las armas y huyeron. Cuando llegaron a Carnáin se escondieron en el templo,
44 pero los israelitas se apoderaron de la ciudad y quemaron el templo con todas las personas que estaban allí. Fue así como Judas y su ejército conquistaron Carnáin sin que nadie los detuviera.
45 Judas Macabeo reunió a todos los israelitas que vivían en la región de Galaad para llevarlos a Judea. Cada uno salió con su esposa, sus hijos y todo lo que tenía. Ningún israelita se quedó en Galaad, de modo que fue muy grande el grupo que acompañó a Judas.
46 Para llegar a Judea tenían que pasar por Efrón, una ciudad grande y de altas murallas. El camino atravesaba la ciudad y no había forma de pasar por ningún otro lado.