21 A pesar de eso, algunos soldados enemigos lograron escapar. Éstos y algunos israelitas traidores
22 fueron a pedir ayuda al rey Antíoco Quinto y le dijeron:«Su Majestad, ¿cuándo va usted a defendernos y a vengarnos de nuestros compatriotas?
23 Nosotros siempre servimos con gusto a su padre y le obedecimos en todo.
24 Por este motivo, ahora nuestros compatriotas nos tratan como enemigos, y tienen rodeada la ciudad. Han matado a los nuestros que no lograron huir, y nos han quitado todo lo que teníamos.
25 Por si fuera poco, también han atacado a otras regiones que le pertenecen a Su Majestad.
26 Ya han levantado murallas alrededor del templo y de la ciudad de Bet-sur. ¡Ahora están atacando el cuartel de Jerusalén, pues quieren conquistarlo!
27 Si Su Majestad no los detiene ahora mismo, ellos se harán más fuertes cada día, y usted ya no podrá vencerlos».