19 Después de esto, Báquides salió de Jerusalén y puso su campamento en Betzet. Desde allí ordenó que apresaran a mucha gente importante que se le había unido, y también a algunas personas del pueblo. Después mandó que los mataran y los arrojaran en un pozo profundo.
20 Antes de regresar junto al rey Demetrio, Báquides puso esa región bajo el mando de Alcimo y le dejó un ejército para que lo apoyara.
21 Alcimo luchó para que lo reconocieran como jefe de los sacerdotes.
22 También buscó el apoyo de los rebeldes del pueblo. Así se adueñaron del territorio de Judea, y causaron grandes daños a Israel.
23 Judas Macabeo se dio cuenta de todo el daño que Alcimo y su gente le estaban causando al pueblo de Israel. ¡El daño que éstos le causaron al pueblo fue peor que el causado por los que no creían en Dios!
24 Entonces Judas recorrió toda la tierra de Judea y se vengó de los traidores, y ya no los dejó andar libremente por el país.
25 Alcimo comprendió que Judas y sus seguidores se hacían cada vez más fuertes. Por eso, al ver que no los podía derrotar, fue a visitar al rey Demetrio, y acusó a Judas y a los suyos de haber cometido delitos muy graves.