36 Los sacerdotes entraron al templo y se pararon frente al altar de las ofrendas y del Lugar Santo. Con lágrimas en los ojos, le dijeron a Dios:
37 «Dios nuestro,tú elegiste este templo,para que tu pueblo te adore.Tú lo elegiste para que tuvieraun lugar de oración.
38 ¡Dales su merecidoa ese hombre y a su ejército!¡Haz que mueran a filo de espada!¡No olvides que te han ofendido!¡No los dejes tranquilos!»
39 Nicanor salió de Jerusalén y se fue a acampar cerca del pueblo de Bet-horón. Allí se le unió un ejército sirio.
40 Por su parte, Judas Macabeo, acompañado de tres mil soldados, acampó cerca del pueblo de Hadasá, y allí hizo esta oración:
41 «Dios nuestro,hace muchos años te insultaronlos mensajeros del rey de Asiria,pero tu ángel fue y matóa ciento ochenta y cinco mil asirios.
42 Por eso, hoy te pidoque destruyas al ejército enemigo.Así, cualquiera que insulte tu templo,como lo hizo Nicanor,sabrá que recibirá tu castigo.¡Dios nuestro,castígalo por su maldad!»