14 A pesar de ser tan poderosos, ningún romano se ponía la corona ni se vestía como rey.
15 Más bien, tenían un grupo de consejeros, compuesto por trescientos veinte hombres, al que llamaban «senado». Este grupo se ocupaba del bienestar de la gente, y decidía qué hacer para mantener la paz y el orden en el país.
16 Cada año nombraban a alguien para que gobernara el imperio, y todos reconocían su autoridad y le obedecían, sin que hubiera envidias ni peleas entre ellos.
17 Por todo lo anterior, Judas Macabeo decidió hacer un pacto de amistad con los romanos. Para ello, envió a Roma a Eupólemo hijo de Juan, que era del pueblo de Acós, y a Jasón hijo de Eleazar.
18 Con esto esperaba librarse de los griegos, que estaban esclavizando al pueblo de Israel.
19 Eupólemo y Jasón emprendieron el viaje a Roma. Fue un viaje muy largo. Cuando llegaron, se presentaron ante el senado con este mensaje:
20 «Judas Macabeo y sus hermanos, y todo el pueblo judío, nos envían para hacer con ustedes un tratado de paz y amistad. Queremos que ustedes nos cuenten entre sus amigos y aliados».