40 Entonces salieron de su escondite y atacaron a la gente de Jambrí, y ese día hubo muchos muertos y heridos, aunque algunos lograron escapar y fueron a esconderse en la montaña.
41 Así, aquella boda se convirtió en un velorio, y en vez de música se escucharon gritos de dolor.
42 Después de vengar la muerte de su hermano Juan, Jonatán y sus hombres regresaron a los pantanos del río Jordán.
43 Cuando el gobernador Báquides se enteró de lo sucedido con los de Jambrí, se puso al frente de su gran ejército y se dirigió a las orillas del río Jordán.
44-45 Jonatán, por su parte, animó a los suyos y les dijo:«El enemigo nos ataca por delante y por detrás, y a los lados no tenemos más que el río, los pantanos y el monte. ¡Nunca antes hemos estado en una situación tan difícil! ¡No tenemos escapatoria! ¡Pero vamos a luchar y a defendernos!
46 ¡Ruéguenle a Dios que nos libre de nuestros enemigos!»
47 En el combate, Jonatán atacó a Báquides con su espada, pero éste lo esquivó y logró escapar.