47 En el combate, Jonatán atacó a Báquides con su espada, pero éste lo esquivó y logró escapar.
48 Entonces Jonatán y sus seguidores corrieron hacia el río Jordán, y lo cruzaron a nado. El enemigo se quedó al otro lado del río, y no los persiguió.
49 Ese día el ejército de Báquides perdió más de mil hombres.
50-52 El gobernador Báquides regresó a Jerusalén, y en el cuartel de la ciudad levantó altas murallas, y mandó ponerles portones y cerrojos. Hizo lo mismo en los pueblos de Judea, es decir, en Jericó, Emaús, Bet-horón, Betel, Timná, Piratón, Tapuah, Bet-sur y Guézer. En cada lugar dejó suficientes alimentos, y soldados para perseguir a los israelitas.
53 Además, mandó apresar a los hijos de cada uno de los jefes de esa región, y los encerró en el cuartel de Jerusalén.
54 En el mes de Ziv, del año ciento cincuenta y tres del gobierno de los griegos, Alcimo, que era el jefe de los sacerdotes, ordenó que derribaran el muro del patio del templo. Ese muro había sido reconstruido en el tiempo de los profetas Hageo y Zacarías. Pero apenas había comenzado la demolición
55 cuando Alcimo sufrió un ataque, y perdió el habla. ¡Ni siquiera pudo dictar su testamento! Fue así como se suspendió la demolición del muro,