60 A Báquides le pareció bien, y enseguida reunió un gran ejército y se puso en marcha. Al mismo tiempo, envió en secreto mensajes a los aliados que tenía en Judea, para que tomaran presos a Jonatán y a sus seguidores. Pero Jonatán y su gente se enteraron de todo, así que el plan de los rebeldes no dio resultado.
61 En vez de apresar a Jonatán, fue él quien apresó a cincuenta de los rebeldes, y los mandó a matar.
62 Después de eso, Jonatán y Simón se fueron, junto con sus seguidores, a un lugar llamado Betbasí, que estaba en el desierto. Ese pueblo había sido destruido, pero ellos lo reconstruyeron y lo protegieron levantando murallas a su alrededor.
63 Cuando el gobernador Báquides supo esto, reunió a su ejército y llamó a sus aliados judíos.
64 Al llegar a Betbasí, rodeó la ciudad y, durante muchos días, la atacó con sus armas de guerra.
65 Entonces Jonatán dejó a su hermano Simón en la ciudad, y salió hacia el campo con unos cuantos soldados.
66 Derrotó a las tribus de Odomerá y a sus parientes, y también a los descendientes de Fasirón, que eran amigos de Báquides y estaban en sus campamentos. Después de estos triunfos, regresó y atacó al ejército de Báquides, que tenía rodeada la ciudad.