15-16 Pero Ana le respondió:—Señor mío, no crea usted que estoy borracha. No he bebido vino ni cerveza. Estoy muy triste, y por eso estoy aquí suplicándole a Dios que me responda.
17 Entonces Elí le contestó:—Vete tranquila, y que el Dios de Israel te conceda lo que has pedido.
18 Y Ana le dijo:—¡Usted sí me comprende!Dicho esto, Ana regresó a comer y dejó de estar triste.
19 A la mañana siguiente, Elcaná y su familia fueron al santuario para adorar a Dios, y después de eso regresaron a su casa en Ramá.Tiempo después, Elcaná y su esposa Ana tuvieron relaciones sexuales, y Dios permitió
20 que ella quedara embarazada. Cuando nació el niño, Ana le puso por nombre Samuel, porque Dios contestó su oración.
21 Al año siguiente, cuando llegó el tiempo de ir al santuario para presentar la ofrenda acostumbrada, Elcaná fue a Siló con toda su familia para cumplir su promesa.
22 Pero Ana no quiso ir con ellos, y por eso le dijo a su marido:—Cuando el niño ya pueda comer solo, yo misma lo llevaré al santuario y se lo entregaré a Dios. Allí se quedará a vivir.