18 Luego, Dios te ordenó claramente que destruyeras a los amalecitas y todo lo que les pertenecía.
19 ¿Por qué desobedeciste sus órdenes? ¿Por qué te quedaste con lo mejor del ganado de los amalecitas?
20 Y Saúl respondió:—Yo estoy seguro de haber obedecido a Dios. Lo que me ordenó hacer, lo hice. Acabé con todos los amalecitas, y al único que dejé con vida fue al rey Agag.
21 Los soldados, por su parte, trajeron los mejores animales de los amalecitas para sacrificarlos en honor de nuestro Dios.
22 Pero Samuel le dijo:«A Dios le agrada más que lo obedezcan,y no que le traigan ofrendas.Es mejor obedecerloque ofrecerle los mejores animales.
23 »Rebelarse contra Dios es tan malocomo consultar a brujos y a adivinos.No está bien adorar a dioses falsos,ni tampoco desobedecer a Dios.Como tú no quieres nada con él,Dios tampoco quiere nada contigo».
24 Saúl le dijo a Samuel:—Tienes razón. Mi pecado ha sido no obedecer a Dios. Pero es que tuve miedo de los soldados; por eso los dejé hacer lo que querían.