6 Desde allí les mandó este mensaje a los quenitas: «¡Aléjense de los amalecitas! ¡Salgan de esa ciudad! Cuando nuestro pueblo salió de Egipto, ustedes nos trataron muy bien; por eso no quiero que ustedes mueran junto con los amalecitas».
7 Luego Saúl atacó todo el territorio de Amalec, desde Havilá hasta Sur, que está al este de Egipto.
8-9 Mató a toda la gente de Amalec, y a todos los animales débiles y de poco valor. Sólo dejó vivo al rey Agag y a los mejores animales de los amalecitas.
10 Entonces Dios le dijo a Samuel:
11 «Saúl no me hace caso ni me obedece. ¡Lamento haberlo hecho rey!»Al oír esto, Samuel se preocupó mucho y se pasó toda la noche rogándole a Dios que perdonara a Saúl.
12 Cuando ya estaba amaneciendo, Samuel se levantó y se fue a buscar a Saúl, pero le dijeron que se había ido a Carmel para levantar un monumento en su honor, y que de allí se había ido a Guilgal.
13 Samuel se fue a buscarlo, y cuando lo encontró, Saúl le dijo:—¡Que Dios te bendiga! Ya cumplí con las órdenes de Dios.