10 se la arrojó a David con ganas de clavarlo en la pared. Sin embargo, David logró quitarse a tiempo.Esa misma noche Saúl intentó de nuevo matar a David, pero David se le volvió a escapar.
11 Entonces Saúl ordenó a algunos de sus hombres que rodearan la casa de David y lo mataran por la mañana. Pero Mical, su esposa, le dijo: «David, huye ahora mismo; de lo contrario, mañana estarás muerto».
12-13 De inmediato, Mical tomó una estatuilla, le puso pelo de cabra en la cabeza y la cubrió con una capa; luego la colocó donde David dormía, y sacó a David por una ventana. Así fue como David pudo escapar.
14 Cuando los hombres de Saúl llegaron para apresar a David, Mical les dijo: «David está enfermo».
15 Aquellos hombres se regresaron y fueron a decírselo al rey Saúl. Pero él los envió de vuelta y les dijo: «Tráiganme a David, aunque sea en su cama, porque hoy mismo lo voy a matar».
16 Los hombres de Saúl volvieron a la casa de David, pero no encontraron en la cama más que la estatuilla con pelo de cabra en la cabeza.
17 Cuando Saúl se enteró de esto, le reclamó a Mical:—¿Por qué me engañaste? ¿Por qué ayudaste a escapar a mi enemigo?Y Mical le contestó:—David me amenazó. Me dijo que si no lo ayudaba a escapar, me mataría.