5 Samuel fue corriendo al cuarto de Elí y le dijo:—Aquí estoy. ¿En qué puedo servirle?Elí le respondió:—Yo no te llamé. Anda, vuelve a acostarte.Samuel fue y se acostó,
6 pero Dios volvió a llamarlo: «¡Samuel, Samuel!» Él se levantó y fue de nuevo a donde estaba Elí.—Aquí estoy —le dijo. ¿En qué puedo servirle?Elí le respondió:—Yo no te llamé, hijo mío. Anda, vuelve a acostarte.
7 Samuel estaba confundido porque aún no conocía la voz de Dios. Ésta era la primera vez que Dios le hablaba.
8 Por tercera vez Dios lo llamó: «¡Samuel, Samuel!» Samuel se levantó, fue a donde estaba Elí y le dijo:—Aquí estoy. ¿En qué puedo servirle?En ese momento Elí comprendió que era Dios quien llamaba al niño,
9 así que le dijo:—Anda a acostarte. Si oyes otra vez que te llaman, contesta así: “Dime, Dios mío, ¿en qué puedo servirte?”Samuel volvió a acostarse,
10 y poco después, Dios mismo se le acercó y lo llamó como antes:—¡Samuel, Samuel!Y él contestó:—Dime, Dios mío, ¿en qué puedo servirte?
11 Dios le dijo:—Voy a hacer en Israel algo muy terrible. Cuando la gente lo sepa, temblará de miedo.