9 Ellos fueron a ver a Hilquías, el jefe de los sacerdotes, y le entregaron el dinero que había en el templo de Dios. Ese dinero era el que los vigilantes de las entradas del templo habían recogido entre la gente de las tribus de Manasés, Efraín y Benjamín, y también entre la gente de Judá y de Jerusalén, y el resto del territorio israelita.
10 El dinero fue entregado después a los encargados de la construcción del templo para que pagaran
11 a los carpinteros y a los constructores. Con ese mismo dinero compraron la madera y las piedras que necesitaban para las reparaciones. El templo estaba en ruinas, porque los reyes de Judá lo habían descuidado.
12 Los encargados de la construcción del templo eran hombres honestos, dirigidos por los siguientes ayudantes de los sacerdotes:Jáhat,Abdías,Zacarías,Mesulam.Los dos primeros eran descendientes de Merarí, y los otros dos, descendientes de Quehat.Los ayudantes de los sacerdotes
13 vigilaban el trabajo de los cargadores, y dirigían a todos los obreros, sin importar el trabajo que realizaran.Algunos ayudantes de los sacerdotes eran muy buenos músicos, y otros eran secretarios, inspectores o vigilantes de las entradas del templo.
14 En el momento en que estaban sacando el dinero del templo, el sacerdote Hilquías encontró el libro de la Ley de Dios, que había sido dada por medio de Moisés.
15 Entonces Hilquías le dijo al secretario Safán: «¡Encontré el libro de la Ley en el templo de Dios!» Y se lo dio.