20 seguramente se enojará y te dirá: “¿Por qué se acercaron tanto al muro de la ciudad?
21 ¿No saben que desde la muralla lanzan flechas? Acuérdense de Abimélec, el hijo de Jeroboset. Tanto se acercó al muro durante la batalla en Tebés, que una mujer le dejo caer una piedra de molino y lo mató”.»Si te dice eso, tú le responderás: “También ha muerto Urías, el hitita que tan fielmente servía a Su Majestad”».
22 El mensajero se presentó ante David y al darle la noticia todo sucedió como Joab había dicho,
23 y entonces el mensajero le dijo:—Los enemigos nos estaban ganando, y hasta salieron de la ciudad a pelear en el campo, pero los hicimos retroceder hasta el portón de la ciudad.
24 Desde el muro de la ciudad nos disparaban flechas, y algunos de nuestros mejores hombres cayeron muertos. Entre ellos también murió Urías, el hitita que tan fielmente servía a Su Majestad.
25 David le contestó:—Dile a Joab que no se preocupe. En la guerra, cualquiera puede morir. Tú, anímalo y dile que siga atacando la ciudad hasta que la conquiste.
26 Cuando la mujer de Urías supo que su esposo había muerto, se puso muy triste.