4 Entonces el rey David le dijo a Sibá:—Desde hoy, todo lo que era de Mefi-bóset será para ti. Yo te lo doy.Sibá le dijo al rey:—Yo estoy para servir a Su Majestad. Muchas gracias por este favor que me hace.
5-6 Cuando el rey David llegó a Bahurim, salió a su encuentro Simí hijo de Guerá, que era pariente de Saúl. Simí empezó a arrojarles piedras a David y a los guardias que lo rodeaban,
7 Además, insultaba a David y le decía:«¡Vete de aquí, asesino malvado!
8 ¡Tú querías ser rey, y por eso mataste a los parientes de Saúl! Pero ahora Dios te está castigando. ¡Qué bueno que ahora el rey es tu hijo Absalón! ¡Eso te mereces por asesino!»
9 Abisai hijo de Seruiá le dijo al rey:—¿Por qué permite Su Majestad que este inútil lo ofenda? ¡Déjeme usted ir a cortarle la cabeza!
10 Pero el rey le dijo:—No te metas en mis asuntos. Tal vez Dios lo mandó a maldecirme. Si es así, nosotros no somos nadie para impedírselo.
11 Enseguida, David les dijo a Abisai y a todos sus sirvientes:«Déjenlo que me ofenda todo lo que quiera, pues Dios le ha ordenado hacerlo. Si hasta mi propio hijo quiere matarme, ¡con más razón lo hará este hombre de la tribu de Benjamín!