5 Luego Absalón mandó llamar a Husai el arquita para saber lo que pensaba.
6 Cuando Husai llegó, Absalón le dijo:—Ahitófel nos aconsejó que persiguiéramos ahora mismo a David. ¿Tú qué crees? ¿Debemos hacerlo, o no?
7 Husai le contestó:—Esta vez Ahitófel no le ha dado a usted un buen consejo.
8 Usted bien sabe que su padre y sus hombres son muy valientes, y que ahora deben estar muy enojados, como una osa a la que le han robado sus hijos. Además, como su padre tiene mucha experiencia en la guerra, seguramente no pasará la noche con la tropa.
9 Lo más probable es que se esconda en una cueva o en algún otro lugar.»Si ahora usted envía algunos soldados, y los hombres de David los derrotan, los que se enteren van a creer que David derrotó a todo el ejército.
10 Entonces, hasta los más valientes se volverán cobardes. Recuerde usted que David y sus hombres tienen fama de valientes. Eso, todo el mundo lo sabe.
11 »Más bien, yo le aconsejo a usted que reúna a todos los soldados israelitas del país, es decir, un ejército que nadie pueda contar, y que usted mismo los dirija en la batalla.