10 En Egipto ustedes tenían que trabajar mucho para sembrar la semilla y regar la tierra.
11 Pero en el territorio que van a ocupar la lluvia riega los campos, los montes y los valles.
12 ¡Dios mismo se encarga de cuidarlo todos los días del año!
13 »Por lo tanto, si obedecen los mandamientos que hoy les he dado, y aman y adoran a Dios con todo lo que piensan y con todo su ser,
14-15 Dios les enviará sin falta la lluvia de otoño y de primavera. Así cosecharán ustedes su propio trigo, y no les faltarán el vino ni el aceite; tendrán abundancia de alimentos, y a su ganado no le faltarán pastos.
16 »Pero no se dejen engañar. Si adoran a otros dioses, y desprecian a nuestro Dios,
17 él se enojará y no les enviará lluvia. Entonces no tendrán cosechas, y pronto morirán de hambre en esa buena tierra que Dios les va a dar.