1 »Todo pleito entre ustedes debe ser llevado ante las autoridades, para que ellas decidan quién es culpable y quién es inocente.
2 Si el culpable merece ser castigado, se le tenderá en el suelo delante del juez, y allí mismo se le darán los azotes que merezca su delito.
3 En ningún caso se le darán más de cuarenta azotes, porque eso ya no sería castigo sino humillación.
4 »No impidan que el buey coma mientras desgrana el trigo».
5 Moisés continuó diciendo:«Si dos hermanos viven en una misma casa, y uno de ellos muere sin que su esposa haya tenido hijos, ella no podrá casarse con nadie que no sea de la familia de su esposo muerto. En este caso, el hermano del esposo muerto deberá casarse con ella. Esta ley debe cumplirla todo cuñado.