15 Como los israelitas nunca habían visto nada parecido, se preguntaban qué cosa era. Moisés les dijo: «Éste es el pan con que Dios los va a alimentar.
16 Él ordena que cada uno recoja unos dos kilos por persona. Eso será suficiente para cada uno. Nadie debe recoger más de lo necesario».
17 Los israelitas hicieron lo que Dios había ordenado. Unos recogieron mucho y otros poco;
18 pero al medirlo, ni le sobró al que recogió mucho, ni le faltó al que recogió poco.
19 Luego Moisés les dijo: «Nadie debe guardar nada para mañana».
20 Sin embargo, algunos israelitas no le hicieron caso y guardaron parte de aquel pan para el día siguiente. ¡Pero el pan que guardaron se llenó de gusanos y olía muy mal! Por eso Moisés se enojó mucho con ellos.
21 Después de esta experiencia, cada uno recogía solamente lo que necesitaba, y lo hacía muy temprano porque con el calor del sol se derretía.