27 »Tú, Benjamín, eres un lobo feroz;por la mañana devoras tu presay por la tarde repartes los restos.»
28 Así bendijo Jacob a sus doce hijos. A cada una de las doce tribus de Israel le dio la bendición más apropiada.
29-31 Después de bendecirlos, Jacob les dio las siguientes instrucciones:«Ya me falta poco para morir. Por favor, entiérrenme en la tumba de mis antepasados. Me refiero a la cueva y al campo que Abraham le compró a Efrón el hitita para enterrar a su esposa Sara. Allí están enterrados Abraham e Isaac, y su esposa Rebeca, y allí también enterré a Lía. Esa cueva está en Canaán, en el campo de Macpelá, cerca del bosque Mamré.
32 Tanto la cueva como el campo se los compramos a los hititas».
33 Luego de darles estas instrucciones, Jacob se encogió en la cama y murió.