10 Al llegar al campo de Atad, que está cerca del río Jordán, José guardó siete días de luto por su padre, y todo el grupo lamentó amargamente su muerte.
11 Cuando los cananeos que vivían allí vieron llorar a los egipcios, dijeron: «Parece que a los egipcios se les murió alguien muy importante». Por eso al campo de Atad le pusieron el nombre de «Campo de las lágrimas egipcias».
12-13 Los hijos de Jacob llevaron el cuerpo de su padre a la tierra de Canaán y lo enterraron en la cueva de Macpelá, que Abraham le había comprado a Efrón el hitita para usarla como tumba. La cueva y el campo están cerca del bosque de Mamré. Así cumplieron con los últimos deseos de su padre.
14 Después del entierro, José y sus hermanos regresaron a Egipto, junto con toda la gente que los había acompañado.
15 Al ver que su padre estaba muerto, los hermanos de José pensaron: «¿Qué vamos a hacer si José todavía está enojado con nosotros, y quiere vengarse por lo que le hicimos?»
16-17 Entonces mandaron a decirle: «José, antes de que nuestro padre muriera, dejó dicho que debías perdonarnos todo el mal que te hemos causado. Es verdad que te hemos hecho mucho daño, pero te rogamos que nos perdones».Cuando José recibió este mensaje, se puso a llorar.
18 Sus hermanos fueron entonces a verlo, y se arrodillaron delante de él. Le dijeron:—Somos tus esclavos.