9 Entonces le compré a mi primo el terreno, y le pagué por él diecisiete monedas de plata.
10 Llamé a unos testigos, y delante de ellos le pagué y firmé la escritura del terreno.
11 Se hicieron dos copias de este documento, y en las dos copias se explicaban las condiciones de compraventa; una de ellas quedó sellada, y la otra quedó abierta.
12 Yo le entregué las dos copias a Baruc, que era hijo de Nerías y nieto de Maaseías. Esto lo hice delante de mi primo Hanamel, de los testigos que habían firmado la escritura, y de toda la gente de Judá que estaba sentada en el patio de la guardia.
13 También delante de ellos le dije a Baruc:
14 «El Dios todopoderoso te ordena recibir esta escritura, tanto la copia sellada como la copia abierta. Guárdalas en una vasija de barro, para que no se echen a perder.
15 Dios nos promete que en este país volveremos a comprar casas, terrenos y viñedos».