12 Por eso te pido que me des la región montañosa que Dios me prometió aquel día. Tú bien sabes que los descendientes del gigante Anac viven en ciudades grandes y bien protegidas. Pero con la ayuda de Dios los podré desalojar, y así conquistaré esas ciudades, tal como Dios lo prometió».
13 Josué bendijo a Caleb, y a él y a sus descendientes les dio el territorio de Hebrón.
14 Así fue como Hebrón llegó a pertenecer a Caleb y a su familia, porque Caleb obedeció fielmente al Dios de Israel. Y todavía le pertenece.
15 Antes de eso, Hebrón se llamaba Quiriat-arbá, porque Arbá era el nombre del gigante más importante. Después de esto hubo paz en la región.