14 Judit le contestó:—¿Quién soy yo para decirle que no a Su Excelencia? ¡Iré con mucho gusto, si eso le complace! ¡Será el momento más feliz de toda mi vida!
15 Judit empezó a arreglarse, se puso un vestido muy bonito y se adornó con todas sus joyas. Su empleada iba delante de ella, y cuando llegó a donde estaba Holofernes, tendió las pieles que Bagoas le había dado a Judit, para que se recostara sobre ellas mientras comía.
16 Desde que Holofernes vio a Judit por primera vez, sólo esperaba el mejor momento para enamorarla. Por eso, cuando Judit entró en su carpa y se sentó a su lado, Holofernes comenzó a sentir un gran deseo de tener relaciones sexuales con ella.
17 —¡Bebe y alégrate con nosotros! —le dijo Holofernes.
18 —¡Será un placer, Su Excelencia! —respondió Judit—. ¡Hoy es el día más feliz de mi vida!
19 Judit comenzó a comer y a beber lo que su empleada le había preparado.
20 Holofernes estaba tan feliz de que Judit estuviera allí, que hasta se emborrachó. Nunca antes había bebido tanto vino como ese día.