1 Los israelitas que vivían en Judea se enteraron de que el comandante Holofernes había tratado con crueldad a las naciones de la costa. Supieron que había destruido los templos y se había llevado todo lo que allí había.
2 Estas noticias les causaron gran temor, pues ya se imaginaban lo que Holofernes haría con Jerusalén y su templo.
3 Hacía poco tiempo que los israelitas habían sido liberados de la esclavitud en Babilonia, y habían regresado a su país. Además, habían vuelto a dedicar a Dios el templo, el altar y los utensilios que se usaban en el culto, pues sus enemigos los habían usado para adorar a sus dioses.
4 Entonces los de Judea enviaron mensajeros a los israelitas que vivían en Samaria, Coná, Bet-horón, Ibleam, Jericó, Cobá, Hasor y el valle de Salem, y les avisaron que se alistaran para la guerra.