31 »Si el sacerdote ve que la piel no se ha hundido, pero el pelo aún no ha sanado, mantendrá apartado al enfermo durante siete días.
32 Al séptimo día lo revisará, y si ve que la llaga no se ha extendido,
33 el enfermo se afeitará, pero dejará sin afeitar la parte afectada. El sacerdote lo mantendrá apartado siete días más,
34 y al séptimo día volverá a revisarlo. Si la llaga no se ha extendido por la piel, deberá declararlo puro.
35-37 Por el contrario, si ésta vuelve a extenderse, el sacerdote lo declarará impuro.
38 »Si a un hombre o a una mujer les salen manchas de color blanco opaco,
39 se trata de una simple enfermedad de la piel, y la persona será declarada pura.