7 »No deben tomar por esposa a una prostituta, ni a una divorciada, ni a una mujer que haya sido violada. Recuerden que ustedes están consagrados a mi servicio.
8 »Deben apartarse de todo lo malo, porque ustedes son quienes me presentan el pan dedicado en mi honor. Deben ser diferentes, porque yo soy un Dios diferente. Soy el Dios de Israel, y a ustedes los he hecho diferentes.
9 »Si la hija de un sacerdote se entrega al servicio de otros dioses como prostituta, avergüenza a su padre y deberá morir quemada.
10 »El jefe de los sacerdotes es el más importante de todos los sacerdotes, pues cuando fue consagrado a mi servicio recibió el traje sacerdotal y sobre su cabeza se derramó el aceite de consagrar. Por eso, el jefe de los sacerdotes no deberá llevar suelto el cabello ni romperse su ropa en señal de luto.
11-12 No deberá salir del santuario, ni acercarse a ningún cadáver, aunque se trate de su padre o de su madre, pues se volverá impuro, y hará impuro el santuario. Yo soy su Dios, y lo he consagrado a mi servicio derramando sobre su cabeza el aceite de consagrar.
13-14 »El jefe de los sacerdotes deberá casarse con una parienta suya que nunca haya tenido relaciones sexuales. No se casará con una mujer violada, ni con una viuda o divorciada, ni con una prostituta.
15 De esta manera, sus descendientes siempre serán aptos para mi servicio. Yo, el Dios de Israel, he consagrado al jefe de los sacerdotes para mi servicio».