34 Los terrenos que rodean las ciudades de la tribu de Leví, no podrán ser vendidos jamás, porque son su propiedad permanente.
35 »Cuando algún israelita se quede en la miseria, deberán ayudarlo como si se tratara de un refugiado en el país.
36-37 Si le hacen un préstamo, no deben cobrarle intereses; si le dan de comer, no deben hacerlo por negocio. Muestren respeto por mí, y déjenlo vivir entre ustedes.
38 Yo los saqué de Egipto para darles el país de Canaán y para ser el Dios de ustedes. Yo soy el Dios de Israel.
39 »Si algún israelita se queda en la miseria y para sobrevivir se vende como esclavo, no lo traten mal.
40 Él estará al servicio de su amo en calidad de trabajador y de huésped, y trabajará para él sólo hasta el año de liberación.
41 En ese año quedará en libertad, y junto con sus hijos podrá volver a vivir con sus parientes, en su propio terreno.