39 »Si algún israelita se queda en la miseria y para sobrevivir se vende como esclavo, no lo traten mal.
40 Él estará al servicio de su amo en calidad de trabajador y de huésped, y trabajará para él sólo hasta el año de liberación.
41 En ese año quedará en libertad, y junto con sus hijos podrá volver a vivir con sus parientes, en su propio terreno.
42 Los israelitas me pertenecen. No pueden ser vendidos como esclavos, porque eran esclavos en Egipto y yo les di libertad.
43 »No maltraten a ningún israelita. Muestren respeto por mí.
44 »Si ustedes quieren tener esclavos, cómprenlos en las naciones vecinas,
45-46 o entre los hijos de los extranjeros que han nacido en el país y viven entre ustedes. A ellos sí podrán tenerlos como esclavos, y hasta dejárselos a sus hijos como herencia. Pero no maltraten a ningún israelita.