24 La grasa de los animales muertos o despedazados por las fieras podrán usarla para lo que quieran, menos para comerla.
25 El que coma grasa de los animales que se ofrecen para quemarlos en mi honor, deberá ser expulsado del país.
26 »Tampoco deberán comer la sangre de ningún animal o ave. No importa dónde vivan ustedes,
27 cualquiera que coma carne con sangre deberá ser expulsado del país».
28 Dios también le ordenó a Moisés
29 que les diera a los israelitas las siguientes instrucciones:«Si alguien presenta una ofrenda para pedirme salud y bienestar, parte de esa ofrenda me la deberá presentar él mismo.
30 Con sus propias manos me traerá la ofrenda que se quema en mi honor, junto con el pecho y la grasa, y frente a mi altar hará la ceremonia del ofrecimiento.