17 »Por eso te pido que muestres tu gran poder. Tú mismo has dicho
18 que tienes mucho amor y paciencia, y que por eso perdonas al pecador. Tú has dicho que castigas a los hijos, a los nietos y a los bisnietos, por la maldad de sus padres.
19 Dios mío, si desde Egipto has aguantado a este pueblo, y si realmente es tan grande tu amor, perdónale este pecado.
20 Dios le respondió a Moisés:—Está bien, si así lo quieres, voy a perdonarlos.
21-23 Yo soy Dios, y mi fama es conocida en toda la tierra. Una cosa te juro: Ninguno de los que vieron los milagros que hice en Egipto y en este desierto, verá el territorio que les prometí. Ellos hablaron mal de mí, me pusieron a prueba muchísimas veces, y no me obedecen.
24-25 »Pero Caleb, mi servidor, no fue como los demás, sino que creyó en mi promesa. Por eso entrará junto con sus hijos en el territorio prometido, donde ahora viven los amalecitas y los cananeos. Ustedes, por su parte, irán mañana al desierto, en dirección al Mar de los Juncos.
26 Dios volvió a decirles a Moisés y a Aarón: