21-24 Por su parte, Eleazar les dijo a todos los que venían de la guerra:«Para poder entrar al campamento, deben obedecer las siguientes reglas que Dios le dio a Moisés: Todo lo que ustedes traen debe ser purificado. Como los objetos de oro, plata, bronce, hierro, estaño o plomo no se queman, los limpiarán con fuego y agua mezclada con ceniza. Los que sí se queman los limpiarán sólo con agua. El día séptimo, laven su ropa, y entonces podrán entrar al campamento».
25 Dios le ordenó a Moisés:
26 «Diles a Eleazar y a los jefes del pueblo que te ayuden a contar a las mujeres y al ganado que los soldados trajeron como botín de guerra.
27 Luego dividan tanto a las mujeres como al ganado en dos partes iguales. Una mitad se les dará a los soldados, y la otra mitad, a los demás israelitas.
28 »De la parte que le corresponde a los soldados, sepárame una de cada quinientas mujeres y uno de cada quinientos animales,
29 y entrégaselos al sacerdote Eleazar como una ofrenda para mí.
30 »De la parte que le corresponde al pueblo, sepárame una de cada cincuenta mujeres y uno de cada cincuenta animales, y entrégaselos a los descendientes de Leví que trabajan en el santuario».