11-13 Pero Noemí les contestó:—¡Váyanse, hijas mías! ¿Para qué van a seguirme? Ya no tengo más hijos para que se casen con ustedes, y ya estoy muy vieja para casarme otra vez. Y aun si hoy mismo pudiera casarme y tuviera hijos muy pronto, ¿estarían ustedes dispuestas a esperarlos hasta que ellos crecieran? ¡No, hijas mías, eso es imposible! Yo estoy sufriendo más que ustedes, pues Dios se ha puesto en mi contra.
14 Al oír esto, las nueras volvieron a llorar amargamente. Por fin Orfá se despidió de su suegra, pero Rut se quedó con ella.
15 Entonces Noemí le dijo a Rut:—¡Tu cuñada ya regresó a su pueblo y a su dios! ¡Vete con ella!
16 Pero Rut le contestó:«No me pidas que te deje;ni me ruegues que te abandone.Adonde tú vayas iré,y donde tú vivas viviré.»Tu pueblo será mi puebloy tu Dios será mi Dios.
17 Donde tú mueras moriré,y allí mismo seré enterrada.»Que Dios me castiguesi te abandono,pues nada podrá separarnos;¡nada, ni siquiera la muerte!»
18 Noemí no insistió más, pues comprendió que Rut había decidido irse con ella.
19 Caminaron y caminaron hasta llegar a Belén. Tan pronto entraron en el pueblo, toda la gente se sorprendió al verlas y se armó un gran alboroto. Las mujeres decían: «¡Miren, pero si es la dulce Noemí!»