16 Tobit salió entonces a la puerta de la ciudad a recibir a su nuera. Iba muy contento y alabando a Dios. Cuando la gente de Nínive lo vio caminando con paso seguro y sin ayuda, se sorprendió. Tobit les contó a todos que Dios había tenido compasión de él y le había devuelto la vista.
17 Al ver a Sara, la bendijo diciéndole:«¡Hija mía, bendito sea Dios que te trajo a nosotros! ¡Bendito sea tu padre, bendito sea mi hijo Tobías, y bendita seas tú!»¡Bienvenida, ésta es tu casa! ¡Que la bendición y el gozo de Dios estén siempre contigo!»
18 Ese día, todos los judíos que vivían en Nínive hicieron una gran fiesta.
19 Y Ajicar y Nadab, que eran sobrinos de Tobit, fueron a felicitarlo.