16 Al oír esto, Tobías y Tobit comenzaron a temblar y se inclinaron hasta tocar el suelo con la frente.
17 Pero el ángel les dijo:—¡Tranquilos! ¡No tengan miedo! Al contrario, alaben a Dios en todo momento.
18 Yo no vine por mi propia cuenta; fue Dios quien me envió. Por eso, alábenlo siempre y canten himnos en su honor.
19 Aunque ustedes me han visto comer y beber, en realidad no lo hacía; sólo fingía hacerlo, pues soy un ángel.
20 »Alaben al Dios de la tierra, y denle gracias. Ahora regreso a donde está Dios. Pero ustedes, pongan por escrito todo lo que les ha pasado.Mientras el ángel subía al cielo,
21 Tobit y su hijo lo seguían con la mirada. Finalmente lo perdieron de vista.
22 En ese momento comenzaron a alabar a Dios y a cantarle himnos. Le dieron gracias por permitirles ver algo tan maravilloso: ¡habían visto a un ángel de Dios!