10 Ayudar a otros te puede salvar la vida y sacar de la desgracia.
11 Pues lo que le damos a otros es como una ofrenda valiosa que damos al Dios altísimo.
12-13 »Hijo mío, cásate con una mujer israelita, y no con una extranjera. Recuerda que somos descendientes de profetas. Nuestros antepasados, Noé, Abraham, Isaac y Jacob, se casaron con mujeres que eran familiares de ellos, y Dios bendijo a sus hijos, y sus descendientes heredarán la tierra. Ama a todos los israelitas, pues son tus compatriotas.»No te creas superior a nadie. La recompensa de los orgullosos es la ruina, y nunca viven tranquilos. A los perezosos les espera la pobreza, y pasarán hambre.
14 »No dejes de pagar a tiempo el salario de tus obreros. Sirve a Dios, y él te premiará. Pórtate bien y muestra buena educación.
15 Lo que no te gusta que te hagan, no se lo hagas a los demás. No tomes vino hasta emborracharte; ¡no te conviertas en un borracho!
16 »Comparte tu comida con los que pasan hambre, y tu ropa con los que no la tienen. Regala lo que te sobra, y no seas tacaño.
17 Reparte tu pan solamente en los velorios de la gente honesta.