3 Entonces llamé a Tobías y le di estos consejos:«Cuando yo muera, hazme un entierro como se merece cualquier ser humano. Respeta siempre a tu madre y nunca la abandones; cumple sus deseos y no la hagas enojar con tu conducta.
4 Hijo mío, recuerda que ella pasó por muchos peligros cuando estaba embarazada y esperaba que nacieras. Cuando ella muera, entiérrala en la misma tumba, junto a mí.
5 »Acuérdate también de obedecer a Dios todos los días de tu vida; no peques contra él y aléjate del consejo de los malvados.
6 Si eres un hombre honesto, te irá bien en todo lo que hagas.
7 Ésa es la recompensa de la gente honesta.»Usa tus riquezas para ayudar a los necesitados, y no seas tacaño. Si alguien te pide ayuda, no se la niegues, para que Dios no te niegue su ayuda.
8 Ayuda a los demás de acuerdo con tus posibilidades: aunque tengas poco, no tengas miedo de tomar una parte para ayudar a otros.
9 Si lo haces, cuando tú pases necesidad tendrás muchos amigos que te ayudarán.