6 Al otro día, el ángel y Gabael se levantaron muy temprano, y se fueron a la fiesta de bodas.Cuando llegaron a la casa de Ragüel, encontraron a Tobías sentado a la mesa. Tobías se levantó y saludó a Gabael, quien con lágrimas en los ojos lo bendijo con estas palabras:«¡Eres un buen hijo!Tu padre es un hombre bueno,generoso y honrado.¡Que Dios, desde el cielo,te bendiga a ti y a tu esposa!¡Que Dios bendiga a tus suegros!¡Doy gracias a Dios,pues me permitió conocerte!¡Eres el vivo retratode mi primo Tobit!»